viernes, julio 13, 2007

II (by Sally)

Brisa de nieve, la mano busca en el césped la vida de algo que yace muerto en la tierra. No pidas, viajera, que surja en flor una caricia de alguien que tiene un infinito no volver. Si en esas manos enterradas tu vida desojóse como una rosa no culpes al capullo, a las manos, a la muerte. Sentí la presencia del error/terror en vos misma, en el penúltimo escalón de tu miseria basural, donde la humillación no viene a caerte a palos, sino que viene a ser el penúltimo escalón en sí.

Si viendo luces te creíste divina y creciendo mares te sentiste triste o reposando en boca del lobo dejaste devorarte, no llores por el egocentrismo, la avaricia o las desgarraduras.

Erguida la frente por haber amado ante todo y a pesar de ello, transladate con exacta lentitud esquivando, soberbia sonrisa, la atónita multitud carente de sentido.

No olvides en tu cabeza disgregada que el mundo vive incompleto porque no siente deseos de tomar el Sol para sí, incluso cuando vos seas la Tierra moradora que gira desesperada bajo la dependencia del único Sol.

Si, en cambio, vos naciste con habilidad para crear la abstracta opacidad que te protege y expone (vos misma), abrazá con una mirada al mundo, pulverizá tus ojos de belleza, destrozá tu corazón con el hermoso puro amor, así al resto no le signifique nada de Nada. Sé libre aunque encierro, feliz aunque desamor, arte aunque realidad.

Nadie puede quitarnos (que nadie nos quite) el orgullo de ser.

I (by Sally)

Si se puede oír cómo crece la marea, las flores o el amor, entonces se debe soportar las orugas para poder ver las mariposas (...estarse desprotegido...), porque si dejo de mirar relojes y calendarios, ¿he dejado de esperar?

Yazgo porque Alguien no viene, pero el cielo gris hace que los árboles estén curiosamente verdes (...verde verderol que endulza la puesta de sol...)

Alentamos a nuestra alma rogando alentar el tiempo que se nos escurre entre las vidas como el agua de esta lluvia en el cemento o como las lágrimas de mi cara que, escondidas, cataratan por las catacumbas cerebrales.

Negación (by Sally)

No.

No mirar relojes, sentir repetición.

No.

Cruzar a mitad de cuadra;

no a la esquina
y su escuadrático medirnos.

No el rojo semáforo.

No.

No oír el corazón agitado
mismo tras mismo.

("No mirar relojes, sentir repetición")

¡No!

No a llamar
y el incansable timbre en el oído
(nunca respuesta).

No
no
y
no.

Si Freud me agarra... (by Sally)

Yo no tengo un bolso grande para viajes. Mis papás nunca me compraron uno porque ellos (con su mente chiquitita) no pensaron en viajes grandes que ameriten la presencia de un gran bolso. Está bien, pienso, está bien porque yo no tengo viajes. Está bien que me hayan forjado a la poca platita porque tampoco tengo, y también que me hayan gestado con nada de amor, porque no hay. Su corazón también es chiquitito, como sus mentes, su sentido del sueño, sus ideas. Está bien.

(by Sally)

Escribo a la luz de la vela, es decir, a oscuras, afuera es noche, electricidad cortada. ¡Que clarée, que clarée! Porque escribo estoy acá debiendo estar allá. ¿O vos acá?

...


Estoy aquí debiendo estar allá, es tarde, muy tarde. Está todo cerrado, espantosamente muerto y sin luz. Qué sensación las calles vacías, color de principio, sabor de mías, olor a nada. Y no estabas, vos que hubieses desfallecido. No estabas no porque debieses estar aquí en vez de allá, sino porque no nos ocupamos el uno al otro en lugares incomprendidos.

Pienso que estoy sola. Debo estarlo porque no hay nadie conmigo. Están alrededor y no hay nadie. Pienso en que tengo que estar sola, que cómo acompañar con tanto animal muerto.

Y, sin embargo, cómo me gustaría salir y verte, decirte que te amo y que au revoir, pero te amo, todo está perdido, nos huímos, no éramos el reposo de uno en/para el otro (sólo estábamos), te amo, chau, pero te amo, es tan difícil ahora, más difícil que tres horas atrás cuando yo no sabía aún que te quería para mí, para mío y conmigo, pero de que además te quiero para todos, para otros, sí, quererte para otros es prueba de que se te ama, Immanuel, te amo y es tan grande que mejor no, no te acerques, enojate y corre a salvo, te amo.