martes, noviembre 28, 2006

Sally

Se la reconoce porque es chica de ciudad (la oscuridad es magia a sus ojos). Y, algún día, un hombre caminará a su lado y dirá: "te asombra la oscuridad porque pasaste por aquí cuando eras niña y por esa pura razón te parecía más oscura". Y eso fue hace un año. Entonces ella dirá: "eso fue hace un año. Todavía soy una niña". Y él replicara con voz dulce: "Sí. Siempre lo serás, aún si otro hombre camina con vos en una calle oscura". No, no. Un hombre caminará conmigo, pero nunca a mi lado.

Se la reconoce por la crónica hora mágica en la mirada crepuscular. Se la reconoce si se mira profundamente en algo muy triste, en el dolor. Se la reconoce en sus dibujos pero nunca como nunca en sus palabras.

Se la reconoce porque aún ríe. Porque rechaza con caricias y ama con descaro esta soledad de alguien que no viene, la ausencia agria en la coraza de caramelo que guarda a su corazón.

Se la reconoce porque a pesar de todo ríe.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Para algunos seguramente será simplemente una pérdida de tiempo. ¿Quién puede animarse a poner sus fichas en la esperanza?

Algunos se animarán:

quien intuya la vida germinando entre las ruinas,
quien encuentre una puerta más para golpear,
quien grite confiando en ser escuchado,
quien desee el encuentro con cada fibra de su cuerpo
quien descubra que su corazón vive más en otro que en sí mismo,
quien no se conforme con menos que con todo,
quien todavía se deje guiar por el horizonte,

y sobre todo, quien tenga viva dentro de sí la experiencia del amor. Sólo puede esperar quien guarda dentro suyo la caricia, la memoria de que la vida se abre paso a pesar de todo y puede salirnos al encuentro en cualquier momento. Quien lleva dentro de sí la semilla sagrada de la esperanza.

10:51 a. m.  

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