El espacio no existe. Las fronteras son líneas imaginarias. El lenguaje es un invento. Todo lleva adecuadamente su nombre en un catálogo de clasificaciones. Por eso y por todo lo que la palabra etcétera pueda involucrar, sabemos que no tenemos límites.
El espacio no existe. Las fronteras son líneas imaginarias. El lenguaje es un invento. Todo lleva adecuadamente su nombre en un catálogo de clasificaciones. Por eso y por todo lo que la palabra etcétera pueda involucrar, sabemos que no tenemos límites.